Película de 1942 dirigida por Irving Rapper. Una mujer vive reprimida en su cuarto debido al despreciable trato que recibe de su madre. Su cuñada lleva a la casa a un psiquiatra que recomienda internarla en un sanatorio para que se recupere de su estado. Allí recobra su confianza y autoestima, y cuando sale hace un crucero que cambiará su vida al conocer a un hombre casado.
Adaptación de la novela homónima de Olive Higgins que fue pionera en incorporar la psicoterapia para su protagonista (y que estaba inspirada en la que recibió la propia escritora), siendo la tercera de una serie de cinco novelas dedicadas a Vale. Rapper realiza su obra cumbre con una historia sobre el maltrato psicológico amparado en el falso derecho paternal a hacer lo que se quiera con los hijos. Es una película absorbente que atrapa al espectador y le va llevando por la renovada vida de su protagonista sin poder imaginar dónde acabará. El romanticismo impregna toda la historia, destacando la lealtad ante el amor verdadero, típico del momento, aunque esto pueda llevar a la infelicidad (total o parcialmente). Tiene un gran reparto encabezado por la galáctica Bette Davis que hace otra gran actuación, y acompañada por enormes actores como Claude Rains, Paul Henreid (ambos coincidieron ese mismo año en la mítica Casablanca, también con la lealtad al amor como tema principal y con otra buena banda sonora de Max Steiner) y la veterana Gladys Cooper entre otros.
Muy buena.
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