Película de 1999 dirigida por Pedro Almodóvar. Una madre vive con su hijo adolescente hasta que muere en un trágico accidente. Totalmente hundida va a Barcelona en busca de su padre para contarle que tenía un hijo y que ha muerto con sólo 17 años. Pero establece relación con una monja que resulta estar embarazada de él y acaba cuidando de ella.
Una de las películas más aclamadas del exitoso director manchego, un duro drama sobre la soledad y la vida en general. Tiene una trama intensa y conmovedora que llega a tocar la sensibilidad de cualquier espectador, aunque Almodóvar la introduce en su particular universo y esto provoca que muchos no terminen de empatizar con la historia. Y es que no se trata sólo de homosexualidad, ni sólo de transexualidad, ni sólo de prostitución, ni sólo de una religiosa quedando embarazada, sino de la combinación de todo ello. Hay escenas en que la vulgaridad del lenguaje y la crudeza de las imágenes no son agradables y, peor aún, son inimaginables para muchas personas el poder verse en una situación similar. Por ello, ese universo se circunscribe a un ámbito muy minoritario y particular que para muchos espectadores pueda parecer literalmente de otro mundo. Destacan el trabajo de Cecilia Roth y la partitura de Alberto Iglesias. Por lo comentado, deja una sensación extraña, como de película interesante pero lejana.
Irregular.
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