Película de 2017 dirigida por Brian Fee. Rayo McQueen lleva años dominando las pistas y se ha convertido en toda una leyenda, pero no espera que una nueva generación de coches y uno en particular no sólo sean una amenaza sino que le ganen con comodidad cada carrera y hasta el campeonato. En vez de retirarse decide entrenar más duro que nunca para demostrar en la siguiente temporada que sigue siendo el número uno, aunque las cosas no le van saliendo como quiere.
Tercera entrega de la saga de coches de Pixar que empezó de forma brillante hace más de una década pero con unas secuelas que no están a la altura de la original. Técnicamente está muy bien pero la historia no tiene la profundidad ni la diversión de la primera, repitiendo prácticamente los personajes y con alguna novedad que no mejora lo que había. Se queda en un pasatiempo infantil normalito pues ni por aventuras ni por golpes de humor supone algo especial para los peques ni los adultos. Tampoco tiene una carga dramática o un nivel de sensibilidad tan alto como otras películas de este estudio, resultando ser una de las más flojas del mismo (pero mucho mejor que otras que llenan las carteleras habitualmente).
Entretenida.
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