Película de 2006 dirigida por Martin Scorsese. Dos jóvenes recién licenciados como policías de la estatal de Massachusetts tienen como objetivo ayudar a detener al mayor mafioso de la zona aunque con situaciones muy distintas: uno será infiltrado en la mafia mientras el otro, que realmente es un infiltrado de la propia mafia en el cuerpo de policía, se asigna al grupo especial de inspectores. Tanto la policía como la mafia sospechan que tienen un topo e intentarán cazarlo.
El gran Scorsese vuelve a demostrar que es de los mejores, si no el mejor, en retratar la calle y lo más sucio en ella, con un remake de una cinta hongkonesa de pocos años antes. Es un thriller apasionante con un laberinto creado por dos historias paralelas y antagónicas. El ritmo es sublime y la tensión captada a la perfección, especialmente mostrando el infierno que puede vivir un agente infiltrado en una red criminal. Su gran calidad se debe al gran nivel que lucen todos los aspectos artísticos y técnicos, como el guión, el montaje...pero son la dirección y las actuaciones las que más brillan. Tiene un reparto estelar con grandes trabajos de todos los actores, entre los que figuran Jack Nicholson, Matt Damon, Leonardo DiCaprio, Martin Sheen, Mark Wahlberg, Vera Farmiga, Alec Baldwin...A pesar de la sobreactuación, Nicholson funciona como un imán para la atención del espectador con su actuación del mafioso sin escrúpulos. Es una cinta violenta, angustiosa y con un gran realismo.
Muy buena.
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