Película de 2013 dirigida por Martin Scorsese. Jordan Belfort es un joven ambicioso que llega a Wall Street con muchas aspiraciones, aunque sus inicios no son los que pensaba pues el mercado sufre una crisis y no se contratan brokers. En un humilde despacho descubre otro tipo de mercado, con productos más difíciles de vender pero con enormes comisiones. Su gran capacidad para la venta hacen que triunfe en poco tiempo y que funde una de las mayores empresas de bolsa de su tiempo. Pero todo se descontrola ante el abuso del dinero, alcohol, drogas, sexo...
El gran Scorsese lleva a la pantalla la historia de un famoso triunfador de la bolsa en los 80 y 90 basándose en el libro autobiográfico del protagonista, Jordan Belfort. Lo que cuenta es enormemente escandaloso por la indecencia que supone el funcionamiento de los corredores y firmas de bolsa (algunas de las más grandes han caído en los últimos años), el exceso en las vidas de esos personajes y lo poco que importan el resto de mortales. Es hasta difícil de creer que haya quien viva así, pero es totalmente real. Y Scorsese sabe contarlo y mostrarlo para resaltar todo ese escándalo contando con firmeza y habilidad la historia y dejando escenas que quedan en la retina del espectador (al igual que hizo con el mundo de la mafia). Supone un frenesí y desenfreno absolutos, tanto que impacta enormemente en quien la ve. Es un retrato brutal de un hombre deshumanizado y su desprecio hacia los demás. Cuenta con un reparto que también brilla, con un espléndido Leonardo DiCaprio que se mete a la perfección en la piel de ese canalla, y con muchos secundarios de nivel con cortas apariciones como Matthew McConaughey, Jean Dujardin, Rob Reiner,...
Muy buena.
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