Película de 1993 dirigida por Andrew Davis. Un prestigioso neurocirujano está en la cumbre de su carrera cuando una triste y desafortunada sucesión de circunstancias hacen que, además de perder trágicamente a su esposa a manos de un criminal, sea incluso condenado por ello. Pero consigue escapar en un traslado y su obsesión será encontrar al verdadero asesino.
Adaptación a la gran pantalla de una famosa serie para televisión de los años 60. Davis aprovechó su experiencia en el cine de acción (aunque sólo palomitero) para rodar una cinta que triunfó entre el público y la crítica y que supuso la cumbre de toda su carrera. Tiene varias escenas de acción memorables pero es la intriga y el carácter de los personajes lo que la hacen destacar y darle el plus de calidad que tiene. La huida del protagonista, su investigación para descubrir lo que pasó y la persecución policial son trepidantes y mantienen al espectador enganchado. Además, la profundidad de los personajes hacen que se empatice con ellos y que tengan un gran atractivo. Aunque Harrison Ford cubre bien el papel principal, es Tommy Lee Jones el que ensombrece al resto de compañeros y creó con su interpretación un modelo a seguir como líder de una investigación que luego se ha venido repitiendo desde entonces. En global constituye un hábil, astuto y muy entretenido thriller.
Muy buena.
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