miércoles, 15 de agosto de 2018
El retrato de Dorian Gray
Película de 1945 dirigida por Albert Lewin. Un joven y agraciado aristócrata encarga un retrato y cuando es terminado se da cuenta de que a partir de ese momento será evidente su lenta decadencia física frente a la plenitud que muestra en el cuadro. Lanza un deseo pidiendo que sea el cuadro el que sufra el pasar de los años e incluso muestre sus pecados mientras él permanece igual. Y parece que se cumple, dando rienda suelta a sus más hondos caprichos.
Adaptación de la célebre novela homónima del gran Oscar Wilde lo que, sin duda, asegura que cuenta una historia muy interesante y con unos diálogos absolutamente brillantes. El guión es del propio Lewin y aprovecha esos diálogos para deslumbrar al espectador con la inteligencia y agudeza del escritor, aunque a veces es difícil seguirlos con la capacidad de absorber debidamente su significado. Toca varios géneros como el suspense, el terror, el romance pero, sobre todo, el drama. Tiene una bonita banda sonora basada en temas clásicos y una buena fotografía de Harry Stradling que usa con frecuencia la profundidad de campo para reforzar el momento de la historia. El protagonista es un actor poco conocido, Hurd Harfield, y cuenta como secundaria a la novel Angela Lansbury, pero es George Sanders el que más destaca entre el reparto por su soberbia interpretación del frío aristócrata amigo de Gray. También realiza un papel secundario la ya conocida Donna Reed aunque todavía no estaba en la cumbre (que alcanzaría al año siguiente). Sin duda que se trata de la mejor adaptación hasta la fecha de esta genial obra.
Muy buena.
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