Película de 2017 dirigida por Gilles Paquet-Brenner. Un anciano muy rico muere en su mansión en la que vive toda su familia y su nieta sospecha que ha podido ser un asesinato, así que le pide a un detective amigo suyo que investigue antes de que se confirme mediante la autopsia y llegue la policía. El joven se encuentra a una familia desunida en la que casi todos tenían motivos para matar al anciano, aunque todo apunta a su reciente y joven esposa.
Adaptación de la novela homónima de la gran dama del misterio, Agatha Christie, supuestamente, su favorita aunque no está protagonizada por ninguno de sus personajes más carismáticos y conocidos. Tiene una trama muy interesante con una buena presentación de los hechos, un nudo bastante complicado que hace que el espectador tenga muchas dudas sobre la autoría del asesinato y un estupendo desenlace. El guión del aclamado Julian Fellowes desarrolla bien esa trama a pesar de no contar con un protagonista del perfil de Poirot, lo cual se echa de menos, pero acaba convenciendo. Sin embargo, la dirección es demasiado teatral para tratarse de una película y reduce algo su calidad. No obstante, es una espléndida cinta de suspense que encantará a los aficionados al género y, en especial, a los de esta gran escritora. Tiene un amplio reparto con magníficos veteranos como Glenn Close y Terence Stamp, protagonizándola Max Irons y Stefanie Martini y con secundarios como Gillian Anderson y Julian Sands.
Buena y muy entretenida.
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