Película de 2017 dirigida por Tomas Alfredson. Un prestigioso detective de la policía noruega investiga un caso de desaparición de una mujer cuando pronto descubren el cadáver de otra y sospechan que se trata de un asesino en serie. Hay varios sospechosos y las víctimas siguen apareciendo, además de recibir alguna nota y llamada que les hace ver que el asesino está jugando con la policía.
Alfredson lleva a la gran pantalla la estupenda novela policíaca homónima de Jo Nesbo pero no está a su altura ni tampoco de las cintas precedentes del propio director. Es una pena porque la historia es muy buena y cuenta con un reparto y otros medios (como las excelentes localizaciones) para haber hecho algo mucho mejor. Lo peor es el guión porque tiene muchos fallos, tanto lagunas como faltas de descripción de personajes o hasta exceso de algunos que no aportan. Esto hace que el espectador que no haya leído la novela no sea capaz de seguir lo que ocurre y que indigne a los que sí lo han hecho por las modificaciones y ausencias. Tiene un reparto con actores sólidos como Michael Fassbender, Toby Jones, J.K. Simmons, Rebecca Ferguson y Val Kilmer, pero poco pueden hacer para arreglar el entuerto. Las lagunas y errores no sólo provocan falta de sentido sino también de intensidad y tensión, haciendo que la película sea fallida.
Floja, una oportunidad perdida.
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