Película de 2019 dirigida por Gideon Raff. A finales de los 70 comienza en Etiopía un auténtico genocidio y muchos intentan huir. Sólo la población judía recibe algo de ayuda para salir del país, algunos llegando a los campos de refugiados de Sudán. Un agente del Mossad propone a su gobierno un plan para ir sacándolos de allí, pero parece descabellado.
Raff escribe y dirige una interesante historia real sobre el rescate de refugiados etíopes en Sudán a primeros de los 80. Recuerda en muchos aspectos a la fantástica Argo pero no llega a su nivel en ningún aspecto, y ello a pesar de que es recomendable su visión. La trama es fascinante por la valentía y generosidad de sus protagonistas, además de denunciar otro genocidio más en nuestra época. Está realizada con oficio y cuenta con muchos medios, haciendo que las localizaciones, el aspecto técnico, etc. sean buenos. Está bien narrada y su mayor debilidad es la tendencia de Raff a presentarnos a los héroes como tal y deshumanizarlos con frases y actitudes demasiado artificiales y "de libro", posiblemente por un apego emocional excesivo. Ello le quita profundidad a los personajes e incluso a algunas escenas, pero sigue siendo muy interesante. En el reparto destacan actores de la talla de Greg Kinnear y en Kingsley en papeles secundarios, siendo el protagonismo para el "capitán" Chris Evans que lo aborda como si siguiera en el personaje que le ha lanzado a la fama.
Buena y muy interesante.
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