Película de 1994 dirigida por Joel Schumacher. Un chico de 11 años ve cómo un hombre va a suicidarse e intenta detenerlo. Le confiesa que es abogado de un criminal que ha matado a un senador y ha enterrado su cuerpo. No puede evitar que se mate y la policía sospecha que el chico habló con el abogado e intentan que les cuente lo que sabe. Mientras, la mafia hará lo posible para silenciar al niño. A éste sólo se le ocurre buscarse una abogada que le ayude.
En plena ola de adaptaciones de obras de John Grisham, Schumacher llevó a la gran pantalla ésta protagonizada por un niño que recibe una valiosa y peligrosa confesión. Es una historia de suspense policial con algunos entresijos legales que resulta francamente entretenida. Tiene un comienzo acertado con la presentación del caso y de los protagonistas de la historia que engancha rápidamente. Llama la atención el reparto lleno de estrellas (del momento y posterior) encabezados por dos sólidos pilares como Susan Sarandon y Tommy Lee Jones. Está realizada con oficio y, aunque centra la atención en la trama principal, no deja de lado los personajes principales, dándole así cierta profundidad.
Buena.
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