Película de 2019 dirigida por Patrick Vollrath. Un vuelo comercial entre Berlín y París comienza con normalidad salvo por algunas turbulencias iniciales. Cuando una de las azafatas va a acceder a la cabina de los pilotos, unos asaltantes aprovechan para atacar e intentar tomar el control del avión, por lo que el comandante puede mandar el código de ataque terrorista: 7500.
Vollrath escribe y dirige una historia sobre un secuestro aéreo desde el punto de vista de la cabina de mandos. Empieza de una forma muy enigmática, como de un documental mudo del aeropuerto de Berlín donde muestra a los terroristas y consigue atraer la atención del espectador rápidamente. Tras una mínima presentación de los personajes pronto dispara la tensión a un nivel angustioso. Cuando llega la mitad de su corto metraje, puede parecer que se llevan un par de horas delante de la pantalla de todo lo que consigue transmitir. Pero el último tercio entra casi en parálisis para meterse más en la psicología del terrorismo y pierde toda la tensión para dar lugar al drama, volviéndose más convencional. El protagonista es un eficaz Joseph Gordon-Levitt que sabe modular su interpretación según la etapa que va viviendo. Por todo ello el resultado es irregular pero recomendable.
Interesante.
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