Película de 2019 dirigida por François Girard. Un hombre busca a su hermanastro tras más de tres décadas desaparecido. Se trata de un virtuoso del violín que fue un niño prodigio y que justo desapareció el día de su primer gran concierto. Se criaron juntos porque la familia del pequeño, judía y residiendo en Polonia, quería la mejor educación musical posible a las puertas de la II Guerra Mundial, y el sitio donde encontraron la oportunidad era Londres.
Adaptación de la novela homónima de Norman Lebrecht, periodista musical que hizo su debut literario con esta obra. El centro de la historia es el misterio de la desaparición de un joven prodigio pero el interés se despierta desde el inicio gracias a los personajes y la música. Girard va desarrollando en paralelo la historia inicial de los niños con la actual de la búsqueda, siendo mucho mejor la primera. Y el interés va en aumento conforme se desarrollan los personajes y sus relaciones hasta el último cuarto de la película, momento en el que se resuelve el misterio y no cubre la expectativas forjadas. Aunque cuenta con dos grandes estrellas como Tim Roth y Clive Owen, los mejores protagonistas son los niños que inician la historia. Así que va de más a menos y deja un poco desilusionados a los espectadores, pero aún así es entretenida.
Interesante
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