Película de 2013 dirigida por Bill Condon. Cuenta la historia del origen de Wikileaks hasta el momento en que publica más de 250.000 documentos secretos de los EE.UU. Se centra en la figura de su fundador, Julian Assange, y su manipulación para conseguir la libre colaboración de personas para lanzar su plataforma de filtraciones y conseguir fama mundial.
Adaptación del libro escrito por los colaboradores más cercanos de Assange que dejaron de respaldarle cuando decidió publicar los miles de documentos secretos sin ocultar las identidades de colaboradores y agentes de los EE.UU. por todo el mundo. Muestra la figura egocéntrica y manipuladora de este sujeto que, con fines aparentemente buenos para la sociedad, fue consiguiendo colaboraciones para su plataforma hasta que traspasó todas las líneas rojas. La película es algo liosa y Condon no consigue encontrar el hilo clave que transmita lo que quiere, saltando entre personajes y perdiendo así un poco el centro de gravedad. Los hechos son recientes y cualquiera los recuerda a grandes rasgos, lo que ayuda a seguir los sucesos pero no consigue enganchar del todo. La narración también es algo irregular y parece querer adaptar un punto de vista equilibrado en la historia pero acaba por no definir ninguna postura y confundir un poco. Lo mejor es la interpretación de Benedict Cumberbatch que vuelve a demostrar que es uno de los mejores talentos de su generación.
Interesante
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