Película de 2021 dirigida por Tatiana Huezo. En una sierra mexicana viven en un pequeño pueblo un grupo de personas cuyas vidas están condicionadas por la actuación de los narcos. Tienen campos de amapolas donde trabajan la mayoría y los criminales sólo ven en ellos carne humana que necesitan en pequeñas dosis pero que son despreciables. Los niños de la comunidad crecen en este entorno con la preocupación de sus padres, especialmente los que tienen niñas porque acaban llevándoselas con frecuencia por lo que les cortan el pelo para que pasen lo más desapercibidas posibles y hasta las esconden.
Cinta de la salvadoreña Huezo (aunque residente en México) tras varios documentales de denuncia social por las condiciones que sufren muchas personas en latinoamérica y que en esta ocasión lo hace con una historia escrita por ella que refleja la realidad que se vive en muchas comunidades de México y otros países de hispanoamérica. Esa realidad golpea a las conciencias "ignorantes" de esta situación y los atrae con un relato centrado en las personas mostrando su lado más humano. El estilo es sobrio y efectivo, mostrando la sencillez con la que vive mucha gente y el miedo injusto que sufren. Funciona todo bastante bien, desde las localizaciones a la música, pasando por las actuaciones.
Buena
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