Película de 2003 dirigida por Bong Joon-ho. En los años 80 en Corea del Sur una joven aparece violada y asesinada y comienzan a buscar al criminal. La policía local recibe incluso un detective de Seúl por la presión de la prensa pues semanas después aparece otra víctima similar. Tienen varias pistas y sospechosos pero realmente no saben quién es el culpable. Mientras continúan con la investigación siguen apareciendo cadáveres, por lo que el propio estado de los agentes empieza a deteriorarse.
Cinta sobre unos hechos reales que conmocionaron a un país debido a la dureza de los crímenes en serie que se produjeron y la investigación que tuvo lugar. Joon-hoo decide hacer una puesta en escena sobria y dirigiendo una dura crítica a los métodos policiales de la época. Lleva las pesquisas y el sufrimiento de los personajes durante más de dos horas sin bajar la tensión, adentrando poco a poco en algunos de los protagonistas principales. Es por ello intensa y el contenido es duro, aunque no suele mostrar explícitamente la violencia de los hechos. Contiene alguna escena que se ve con extrañeza y que podría omitirse, aportando alguna irregularidad innecesario. Aún así el resultado global e interesante.
Buena
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