A sangre fría

Película de 1967 dirigida por Richard Brooks. Dos delincuentes asaltan una granja pensando en que esconde una caja fuerte con mucho dinero y que será un golpe sencillo. Pero no la encuentran, consiguiendo sólo 40 dólares, y acaban matando a toda la familia. El caso sacude a toda la sociedad americana por su crueldad y la policía comienza la búsqueda de los asesinos con los pocos indicios que encontraron en la casa. Adaptación de la exitosa novela homónima de Truman Capote basada en un espeluznante hecho real que conmovió a todo el país. Brooks es el autor también del guión,rodando en blanco y negro para darle cierto aire de documental realista, y con la gran habilidad de no mostrar la masacre en su momento cronológico con el objetivo de que el clímax emocional no ocurra tan pronto (casi a la mitad), retrasándolo hasta que son detenidos y confiesan el crimen. Hasta ese momento la película es vibrante y mantiene una atmósfera de tensión muy conseguida. Pero desde ese momento se empieza a alargar innecesariamente la historia y va decayendo el pulso, el interés, la perturbación creada en el espectador, etc. Destacan la estupenda fotografía de Conrad Hall que saca buen provecho de las posibilidades del blanco y negro, y la bonita banda sonora de Quincy Jones. Buena adaptación de la famosa novela aunque decae algo hacia el final.