Película de
2009 dirigida por
John Hillcoat. Se ha producido un cataclismo en el planeta y no queda prácticamente vida vegetal y animal, tan sólo unos pocos humanos que deambulan buscando comida. Ante el persistente hambre, muchos de ellos se han convertido en caníbales y van a la caza de los demás. Con este panorama, un padre y su hijo se dirigen hacia el sur buscando un mejor clima donde pasar el invierno, teniendo que tratar de sortear los peligros que encierra el camino.
Hillcoat lleva a la pantalla una adaptación de la novela de
Cormac McCarthy ganadora de un Pulitzer. Si no es suficiente poner al protagonista en una situación apocalíptica, hacerlo con un hijo es ya algo que eleva exponencialmente la angustia al espectador ante las situaciones a las que se enfrentan. Es una agonía ver a padre e hijo ante los peligros tan terribles que le acechan. Hillcoat consigue crear bien esa atmósfera de tensión que hace que el espectador acabe agotado de mantener la respiración durante tanto tiempo. Sólo falla en el aspecto de reflexión sobre lo que está ocurriendo y en los objetivos que buscan en su desplazamiento, pues no queda claro. Una piedra angular de la cinta es la estupenda interpretación de
Viggo Mortensen, admirable en todo momento. También es muy importante la fotografía de
Javier Aguirresarobe, con su ausencia de tonos de color salvo en ciertas escenas.
Inquietante cinta sobre un futuro catastrófico.
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