jueves, 25 de octubre de 2012

Réquiem por los que van a morir

Película de 1987 dirigida por Mike Hodges. Un terrorista del IRA pretende retirarse y huir a América tras un atentado que cuesta a la vida a varios niños. Para hacerlo necesita un pasaporte y recurre a un mafioso londinense que le pide a cambio que cometa un último asesinato. Finalmente lo hace pero lo ve un sacerdote católico, lo que pone nervioso al mafioso tras la negativa del terrorista de matarlo también a él. Adaptación de la novela homónima de Jack Higgins, que constituyó uno de sus primeros éxitos, a cargo de los guionistas Ward y Lynch. Retrata el clásico tema de la persona atrapada por su pasado, el cual intenta dejar atrás para cambiar pero que parece imposible hacerlo. Utiliza un terrorista arrepentido del IRA para mostrar ese intento de cambiar de vida, lo cual hacía más actual y hasta cercano el caso pues eran unos años en los que el grupo terrorista estaba muy activo. Sin embargo la actitud y forma de actuar de los personajes no termina de convencer al espectador por su carencia de realismo, más cercano a un spaguetti western que a lo que se pretende mostrar. Tiene buenos momentos, como el impactante inicio, pero que no llegan a compensar las lagunas del guión o los actos de los protagonistas (en el extremo negativo tenemos "los malos" que parecen de cómic). Las actuaciones son desiguales, con unos decentes Mickey Rourke, Bob Hoskins y Liam Neeson, y unos malos trabajos de Alan Bates y Sammi Davis (de las peores ciegas que hemos visto). Pasable

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