Película de 2014 dirigida por Tim Burton. Una joven decide abandonar a su marido y va a San Francisco con su hija. Para sacar algún dinero, se pone habitualmente en un mercado para hacer retratos donde conoce a otro pintor con el que termina casándose. Intentan vender sus obras por varios sitios pero no tienen mucha suerte a pesar de la habilidad comercial del hombre. Finalmente y por un hecho casi fortuito, empiezan a venderse los cuadros de ella pero pensando los compradores que estaban pintados por el hombre. Su fama se va acrecentando y mantienen oculta la verdad durante muchos años, hasta que se divorcian.
Burton lleva a la pantalla la curiosa historia real de la exitosa pintora Margaret Keane. No tiene el aire original o extravagante de la mayoría de sus cintas ni está al nivel de las mejores de ellas, pero es buena y entretenida. Tiene una sólida trama dramática pero no intenta explotar su lado más sensiblero sino que busca tener un buen equilibrio entre el drama y un aspecto cómico con el granuja pero hábil marido. Los dos personajes protagonistas tienen calado pero no termina de profundizar debidamente en el de ella y eso hace que el resultado global quede algo superficial. Cuenta con una pareja de actores de garantía como Christoph Waltz y Amy Adams que se lucen en roles tan opuestos. En resumen, es una buena película con una historia real interesante pero que no está al nivel de otras de este director.
Interesante, bien hecha y entretenida.
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