Película de 1966 dirigida por Fielder Cook. Un matrimonio con un hijo para en un pequeño pueblo del Oeste por una avería en su carro, pues se encuentran camino a Texas donde quieren comprar una pequeña parcela. Casualmente se está celebrando en el hotel donde paran una partida de póquer anual que reúne a los más ricos de la zona. Aunque la mujer le advierte al marido que ni se acerque, acaba metido en la partida y jugándose todos los ahorros. Todo depende de una última gran partida, pero la tensión es tal que incluso le da un ataque al corazón.
Western con aires cómicos sobre una partida de póquer antológica. Lo peor de la versión española es el doblaje pues es pésimo y le quita buena parte de la tensión y humor, por lo que es de las cintas que claramente conviene ver en versión original (siempre es lo mejor, sin duda, pero hay doblajes mucho más desastrosos que otros). La trama es bastante buena pero se construye con un final del que no conviene hablar porque es la clave de la historia. El guión es de Sidney Carroll adaptando una historia suya de televisión, con un puñado de personajes interesantes y bien definidos sobre los que construye una aventura muy entretenida. A pesar de que el centro de gravedad es una partida de póquer, trata poco del juego de cartas y todo sobre la tensión que genera. Dada la importancia de los personajes, el reparto es crítico para el resultado de la película, Y este aspecto es de los más acertados ya que lo encabeza el mítico Henry Fonda y le acompañan otros gigantes como Joanne Woodward, Jason Robards, Burguess Meredith, Charles Bickford, etc.
Muy entretenida.
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