Película de 1975 dirigida por Sydney Pollack. Una oficina de la CIA que trabaja en secreto leyendo libros de todo el mundo es atacada por profesionales y matan a todos los funcionarios salvo a uno que se encontraba fuera por casualidad. Éste llama a la Central para comunicar lo ocurrido y pedir ayuda, así que concierta una cita en un lugar apartado. No entiende lo ocurrido porque no son agentes de campo y pronto irá descubriendo que tendrá que averiguarlo para mantenerse con vida.
Adaptación de la novela de espionaje de James Grady sobre unos funcionarios de la CIA que se encuentran repentinamente siendo objetivo de unos asesinos profesionales sin entender el motivo. Tiene una trama genial y está muy bien desarrollada, siendo una de las mejores cintas de espionaje que pueden verse. El aspecto más débil en la historia es el desarrollo de la relación que se crea entre la pareja protagonista pues no aporta nada y le resta realismo, pero parece que es debido a la moda del momento y aprovechar el tirón de estos actores. Pollack sabe darle el pulso, desgranar poco a poco el misterio y la madeja de forma que el espectador no pierde la atención de principio a fin. Está protagonizada por un estupendo Robert Redford y cuenta con excelentes secundarios como Max Von Sydow, Faye Dunaway y Cliff Robertson.
Muy buena.
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