Película de 1986 dirigida por Jean-Jacques Annaud. Un veterano franciscano conocido por su afilada agudeza investigando casos extraños llega a una abadía benedictina con su joven aprendiz. El motivo es acudir a una cita entre los franciscanos y una representación papal para discutir la pobreza en la Iglesia. Pero a su llegada se encuentra una situación agitada tras la inexplicable muerte de uno de sus miembros. Al aparecen nuevos cadáveres muchos sospecharán la presencia del maligno entre ellos, pero el audaz franciscano persiste en aplicar la razón para esclarecer el caso.
Esperada adaptación de la famosa novela homónima de Umberto Eco, la primera que escribió pero que impactó notablemente. Se trata de una historia de misterio que utiliza como marco de los hechos una abadía benedictina de los Apeninos durante los terribles años de la Inquisición. Los protagonistas se inspiran en personajes reales mientras que buena parte del resto sí fueron personajes históricos. El argumento es fascinante, tanto por la trama principal como la oscura época que retrata. La película no defraudó y se convirtió en un gran éxito gracias a la magnífica historia que cuenta, a la buena realización y la estupenda interpretación de un gran Sean Connery. La ambientación recrea a la perfección la abadía y la época y también destaca el maquillaje, como en el caso de un sorprendente Ron Perlman. Cuenta con otros buenos actores como F. Murray Abraham y Michael Lonsdale, lanzando la carrera del joven Christian Slater.
Muy buena.
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