Pena de muerte

Película de 1995 dirigida por Tim Robbins. Una monja recibe una carta de un preso condenado a muerte para que le ayude pues su ejecución se acerca. Aunque no tiene experiencia previa en estas situaciones, la hermana se interesa con él y se presta a ayudarle en lo que pueda, tanto para apelar ante las autoridades como ayudar a su alma. Le condenaron por violación y asesinato pero él dice que sólo acompañaba al verdadero criminal, pero su escasez de medios le impidió contratar a un buen abogado que le evitara la pena capital. La monja intenta ayudarlo pero se ve en una situación muy comprometida ante las familias de las víctimas.
Robbins escribe y dirige este duro drama basado en el libro autobiográfico homónimo escrito por la hermana Helen Prejean, una de las mayores activistas en contra de la pena capital en los EE.UU. El caso que cuenta la película está inspirado en dos casos reales en los que esta monja dio apoyo a los condenados en los últimos meses de su vida. Robbins hace un alegato en contra de la pena de muerte de una forma valiente y completa, no mostrando un ejemplo con un inocente o un crimen menor, sino con un crimen abominable y mostrando al espectador tanto los hechos cometidos como las terribles e insuperables consecuencias para las familias de las víctimas. Con ello trata de hacer ver que el Estado o Gobierno no puede bajar al nivel del crimen, aunque el impulso humano muchas veces nos lleve a desearlo. Sin duda que habrá espectadores más a favor y más en contra, pero seguro que hace reflexionar. Más allá de la historia, esta muy bien contada a pesar de la dificultad que conlleva para no quedar superficialmente ni caer en una sensiblería excesiva. Tiene un reparto que funciona maravillosamente, siendo la pareja protagonista formada por Susan Sarandon y Sean Penn los que centralizan el drama. Tanto ellos como los secundarios hacen un trabajo muy destacable.
Muy buena.