Película
de 2016 dirigida por Ariel Vromen. Un agente de inteligencia es atrapado y
asesinado justo cuando iba a cerrar un caso y evitar que un software capaz de
manipular cualquier armamento en el mundo cayera en manos de un anarquista que
quiere realizar atentados a escala global. Ante la desesperación de la Agencia
se les ocurre hacer una operación experimental de forma que se trasladen los
recuerdos del agente muerto a un convicto. Sólo consideran la amenaza del
desquiciado anarquista y no son conscientes de lo que pueden provocar.
Thriller
entretenido si no se procesa mentalmente la historia que cuenta pues de lo
contrario difícilmente se soporte hasta el final. Y lo peor no es el trasvase
de memoria de un cadáver a una persona pues esta parte es un elemento hasta
creíble en una cinta de este tipo, sino la absurda amenaza, el nada creíble
malo y la tontería del software que se vende. Con los medios y el reparto con
que cuenta es una pena que no se haya buscado una historia más sólida, interesante
y creíble (aunque sea de ciencia ficción). Salvo por un buen paquete económico,
es difícil entender cómo actores como Kevin Costner, Gary Oldman y Tommy Lee
Jones se hayan metido en un proyecto así.
Floja
No hay comentarios:
Publicar un comentario