Película de 2016 dirigida por Luke Scott. Una empresa tiene una especie de laboratorio en un lugar aislado donde conviven durante años varios científicos de diversas ramas para conseguir vida artificial. Han combinado con éxito ADN sintético y creado un ser con apariencia humana pero mayor capacidad de inteligencia. Todo va bien hasta que se produce un incidente y la empresa manda a una analista de riesgos para decidir si el proyecto es viable o no.
Thriller con tintes de terror que recuerda por momentos a otras cintas mucho mejores y que juega con lo desconocido y la sorpresa. Tiene un buen arranque y consigue crear una atmósfera adecuada de intriga ante lo que puede encerrar el experimento que se investiga. Pero se va haciendo más y más convencional además de carecer de una profundidad en los personajes que proporciones carácter y solidez a la historia. A pesar de contar con buenos actores como Paul Giamatti, Jennifer Jason Leigh y Toby Jones, sus papeles se reducen a escasas intervenciones y se da el protagonismo a una poco expresiva Kate Mara. Va de más a menos aunque se pretenda dar algún giro que sorprenda.
Floja.
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