Película de 2008 dirigida por Scott Derrickson. El gobierno americano reúne a un grupo de científicos de diversas áreas porque ha detectado un asteroide que se dirige hacia la Tierra. Pero antes del impacto contra Manhattan, que es donde han calculado que ocurriría, se para y aterriza suavemente. Se trata de una gran esfera blanca de la que surge un ser humanoide y una especie de robot. La tensión es tan grande que es difícil evitar que no suceda nada.
Remake del clásico homónimo de 1951 y basado en la historia creada por Harry Bates Farewell to the master de 1940. Es una historia de ciencia ficción interesante que consigue crear expectación desde el principio y que se desarrolla con tensión durante buena parte del metraje. Hacia el final aparece el mensaje buenista con tintes ecológicos y, rápidamente, decepciona su desenlace (por lo que es y, especialmente, cómo llega al mismo). Los efectos especiales están bien, las actuaciones correctas aunque Keanu Reeves se exceda en la falta de expresividad de su papel y, simplemente, casi no actúe y la trama es buena pero mal acabada, por lo que es un buen entretenimiento familiar (salvo los más peques para que no se asusten). Le falta originalidad al copiar demasiado a su antecesora y deja una sensación de decepción considerable por el final comentado. Además de Reeves cuenta con Kathy Bates, Jennifer Connelly, John Cleese y Jaden Smith.
Cine palomitero familiar.
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