Película de 2006 dirigida por Mark Neveldine y Brian Taylor. Un matón profesional es capturado por unos rivales y le inyectan una droga que lo matará en pocas horas para tener la satisfacción de que muera lentamente y con desesperación. Aunque va teniendo poco a poco efectos que le restan cualidades, el asesino intentará frenar el efecto y velocidad de la misma con mucha adrenalina mientras busca un remedio definitivo.
Nedveldine y Taylor escriben y dirigen un thriller de mucha acción y (supuesto) humor apoyándose en un especialista del género como Jason Statham. Sí que tiene acción y el humor es de mal gusto y poco conseguido, pero en lo que falla estrepitosamente es en crear una historia, una trama interesante sobre la que desarrollar algo que contar. Además, todas las escenas de acción son tan fantástica que carecen de la más mínima credibilidad, lo que hacen que la cinta sea mala en todos los sentidos. Sólo los muy aficionados a la acción, aunque no haya motivo ni sentido realista, y los de este actor la disfrutarán.
Mala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario