Película de 1956 dirigida por Walter Lang. Una profesora británica y su hijo pequeño llegan a Siam tras acordar con el rey del país hacerse cargo de la educación de sus hijos en la segunda mitad del siglo XIX. Aunque está a punto de marcharse enseguida, los numerosos hijos del monarca le convencen de quedarse. Poco a poco el rey va conociéndola y aprovechando su cultura y educación para recibir buenos consejos.
Lang lleva a la gran pantalla el famoso musical de Broadway de Rodgers y Hammerstein estrenado cinco años antes basado, a su vez, en la novela de Margaret Landon Anna and the king of Siam. Cuenta algunas de las interesantes vivencias reales de Anna Leonowens durante los años que fue la profesora o institutriz de los hijos del rey Mongkut de Siam (actual Tailandia) hace casi 150 años. Es un musical alegre con un fondo romántico y un desarrollo más bien cómico, haciendo muy amena la historia. Tiene buenas canciones y números musicales, sin llegar a la altura de las obras cumbres del género, además de algunas escenas de gran belleza como la representación ante el embajador británico. Pertenece a la época dorada del musical y se ve en los medios, detalles y calidad que atesora. Cuenta con la memorable pareja protagonista formada por Yul Brynner y Deborah Kerr destacando el primero en lo que supuso prácticamente su debut en el papel con el que triunfó en el teatro.
Todo un clásico imperecedero.
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