Película de 2017 dirigida por Jordan Peele. Un joven de color va a pasar unos días a casa de sus suegros para conocerlos, con un poco de intranquilidad pues ellos son blancos y la chica no les ha dicho nada. No obstante, la recepción no puede ser mejor aunque ve que hay un par de personas negras trabajando en la casa con un comportamiento algo extraño. La situación se vuelve más rara cuando siente que la suegra le ha hipnotizado y conoce a unos amigos de la familia muy raros.
Una de las mejores cintas de terror del 2017 escrita y dirigida por Peele, suponiendo su debut tras las cámaras. La gran fortaleza de la película es que se construye un relato de terror psicológico haciendo que el espectador empatice con el protagonista y llegue a sentir su angustia. Tiene varios momentos de humor negro que no reducen la atmósfera que se va construyendo desde el inicio, pues el género es terror. Deja una visión crítica de la sociedad americana actual y no duda en acabar de una forma más explosiva que el estilo utilizado en el desarrollo. Huye de los típicos "sustos" o violencia que se suele utilizar para dar miedo y se esfuerza en hacerlo de una forma más inteligente, consiguiendo un buen resultado. El reparto funciona muy bien con dos estupendos veteranos en personajes secundarios clave, Catherine Keener y Bradley Whitford, y un sólido protagonista con el joven Daniel Kaluuya.
Buena
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