Película de 1980 dirigida por John Landis. Dos hermanos deciden reunir de nuevo a su antiguo grupo musical tras salir uno de ellos de prisión. No es una tarea fácil pero están determinados a hacerlo para intentar ayudar al orfanato en el que se criaron de un cierre definitivo.
Cinta de culto gracias a su banda sonora, la participación de leyendas de la música y su estilo de comedia irreverente y hasta surrealista. La parte musical no ha envejecido e impresiona el número de estrellas que reúne, siendo todo un placer el poder disfrutar de algunas de las escenas. Por otro lado, la trama en sí y su lado cómico no funciona tan bien como lo haría en su momento, y se ve como una comedia absurda con no mucha gracia. Han pasado casi 40 años y, posiblemente, el momento de la sociedad y el estilo de las comedias ha cambiado lo suficiente como para que haya ocurrido esto. La pareja protagonista funciona bien con John Belushi y Dan Aykroyd, que logran no ensombrecer al lado de Ray Charles, James Brown, Aretha Franklin y otros. Una vez más, es ridículo el título dado en español.
Para amantes de la música.
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