Película de 1991 dirigida por Charles Shyer. La vida de una familia parece volver a la normalidad cuando la hija regresa de Italia de cursar unos estudios, pero llega con sorpresa: ha conocido a un chico y planean casarse. La sorpresa es mayúscula para todos pero, especialmente, para el padre, que no puede creer lo que oye. Y la situación va a peor cuando se va enfrentando a los pormenores de la organización de la ceremonia y celebración.
Shyer escribe y dirige un remake del clásico de Vicente Minelli cuatro décadas después. Como es lógico, actualiza no sólo el contexto sino los roles de los caracteres, costumbres, etc. El resultado es una comedia divertidísima llena de situaciones "extremas" para un padre que se ve desbordado por la situación. Es clave la interpretación del histriónico Steve Martin que no puede hacerlo mejor, además de tener como pareja en la ficción a Diane Keaton. Los padres se pueden ver reflejados parcial o totalmente con el sufridor de la cinta pues, aunque es una exageración, no deja de acercarse (o quedarse corto, según el caso) a la realidad. Conlleva una crítica al disparatado gasto que suponen las bodas hoy día, pareciendo una competición para ver la originalidad y exclusividad que entraña cada una de ellas.
Muy divertida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario