jueves, 5 de abril de 2018
Yo, Tonya
Película de 2017 dirigida por Craig Gillespie. Tonya Harding empezó con tres años a patinar sobre hielo por pasión y pronto su madre vio que podía ser una fuente de ingresos por lo que apostó por ella y la crió como una competidora nata. Pero su estilo y modales distaban del canon clásico y le hizo difícil llegar a la cumbre. Cuando estaba en ella se vio envuelta en un vergonzoso escándalo justo antes de las olimpiadas.
Las olimpiadas de invierno de 1994 en Lillehammer tuvieron un morbo especial al presenciar el duelo de dos patinadoras americanas que estaban envueltas en un turbio asunto, una como víctima y la otra como promotora. Esta última era Tonya Harding, una chica que venía de hacer historia en este deporte marcando un nuevo hito pero con una vida personal complicada y que acabó desembocando en un capítulo lamentable. La cinta tiene un estupendo guión original de Steven Rogers que se basa en las entrevistas personales a los dos protagonistas reales de esta historia: la propia Tonya y su marido de entonces. Las diferencias en sus testimonios fue el origen de la perspectiva sarcástica que se utiliza y que, además, mantiene para no tomar partido por uno u otro y que sea el espectador el que juzgue. Gillespie se arriesga en el estilo y utiliza también imágenes de las entrevistas (esta vez con los actores) para acentuar ese humor ácido y dotar a la cinta de mayor fuerza. La puesta en escena y el montaje funcionan a la perfección para dar ritmo, credibilidad y sarcasmo. Adicionalmente cuenta con grandes interpretaciones, destacando el magnífico trabajo como secundaria de Allison Janney y el del papel principal para Margot Robbie. Para la parte musical se utilizan las piezas de la propia Tonya para sus números y una buena selección de grandes temas del pop de siempre.
Buena, interesante y con calidad.
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