Película de 1943 dirigida por Mervyn LeRoy. Una joven polaca, Maria Sklodowska, se encuentra a finales del siglo XIX estudiando en la prestigiosa universidad de la Sorbona en París Matemáticas y Física. Con ayuda de un profesor conoce a un doctor de Física, Pierre Curie, que le permite trabajar en sus proyectos de carrera en su laboratorio. Casi sin darse cuenta acaban casándose e investigando un elemento desconocido.
Adaptación de la biografía escrita por Eve Curie sobre su madre, Marie Curie. Fue la primera mujer en llegar a catedrática en la Universidad de París y también en ganar un Nobel, el de Química de 1911, aunque previamente también había conseguido el de Física en 1903 (compartido con su marido por sus investigaciones y descubrimientos sobre elementos radioactivos). Es una historia muy interesante, increíble por momentos, y toda una lección de perseverancia y carácter. Es muy entretenida gracias a muchas pequeñas anécdotas cómicas que LeRoy sabe gestionar estupendamente. Es una cinta sencilla, con pocos medios y hasta casi teatral, pero saca buen provecho de lo que tiene. Una de las claves es la excelente pareja protagonista, dos leyendas como Greer Garson y Walter Pidgeon, que demuestran su enorme talento con sendos grandes trabajos. La historia es acompañada casi sin cesar por la delicada y bella partitura de Herbert Stothart. Todo ello la convierte en una cinta de buena calidad, muy entretenida y bonita y especialmente recomendable para recibir una lección de valores (en familia incluso mejor).
Muy buena
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