sábado, 20 de octubre de 2018

Primera plana


Película de 1974 dirigida por el maestro Billy Wilder. Un periodista decide dejar la profesión para casarse e irse de la ciudad justo en la víspera de la ejecución de un supuesto criminal. El preso niega que sea un asesino y todo apunta a que el alcalde y sheriff sólo buscan un golpe de efecto antes de las elecciones. Pero el editor del periódico hará todo lo posible para evitar perder lo que podría ser un artículo tan importante, y también cuenta con el instinto natural de su periodista.
Wilder decidió volver a llevar a la gran pantalla la famosa obra de teatro de Ben Hecht y Charles MacArthur, como la inolvidable Luna nueva  del maestro Howard Hawks. Fue su antepenúltima cinta y la mejor de sus 15 últimos años como director y escritor. Es una comedia ácida muy crítica con el mundo del periodismo y la política, con diálogos endiablados por momentos y unas actuaciones magistrales. No hizo ningún esfuerzo por distanciarla de su origen teatral y sólo aprovecha algunos exteriores para mostrar algunas disparatas persecuciones. Sus dos grandes pilares son el guión y las interpretaciones, entre las que destacan las de la pareja protagonista: los incomparables Jack Lemmon y Walter Matthau. Aunque ambos están maravillosos, Matthau sobresale con un trabajo extraordinario gracias a su colección de gestos y actitud maquiavélica. Cuenta con magníficos secundarios como Susan Sarandon, Carol Burnett, Charles Durning...A pesar de ser muy buena no se puede considerar entre las obras maestras de este genio del cine, no tiene ese calado ni consigue la excelencia en todos los aspectos.
Imprescindible

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