Película de 1996 dirigida por Gregory Hoblit. Un joven es detenido como sospechoso del brutal asesinato de un arzobispo y todo apunta a que es culpable. Dada la notoriedad del caso, un famoso abogado decide defender al chico y pronto se convence que dice la verdad y que es inocente. No se puede negar la presencia del joven en el escenario del crimen pero su defensa se basa en la existencia de una tercera persona que fue quien le mató.
Adaptación de la novela de William Diehl sobre el juicio a un joven por un terrible crimen y que todo apunta a su culpabilidad. La cinta recuerda a otras del género judicial aunque en esta ocasión el caso tiene un trasfondo bastante "feo" y no es recomendable para menores. Hoblit aborda el proyecto con eficacia y se juega todo al desenlace, esperando sorprender al espectador. Tiene como estrella a Richard Gere junto a Laura Linney y John Mahoney, pero es el debutante Edward Norton quien eclipsa a todo el reparto con su gran interpretación y que es pieza clave de la película. Es entretenida aunque con alguna escena desagradable para los más sensibles, y fue el descubrimiento de este talentoso actor.
Interesante.
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