Película de 2018 dirigida por Fernando González Molina. Un año después de resolver los terribles crímenes en su pueblo natal, la inspectora Salazar tiene un bebé. Cuando se reincorpora le dan un caso extraño de unos asaltos a iglesias dejando huesos humanos. Empieza investigarlo y pronto se da cuenta que, de alguna manera, se une al anterior y a su propio pasado.
Segunda entrega de la trilogía del Baztán de Dolores Redondo que se aleja un poco del estilo de la primera para adentrarse en un mal más lejano y en el que la Iglesia (concretamente el Opus Dei) está involucrada, lo que sin duda es influencia de una novela extranjera conocida por todos. Esto la hace alejarse también del espectador pues la trama es más abstracta e incluso difícil de creer ya que tiene más lagunas y trampas. Recupera a la madre de la inspectora para darle más protagonismo así como la figura de un enigmático sacerdote. Tiene buenos momentos y está bien realizada pero el guión es mucho más flojo y eso le condiciona totalmente.
Decepcionante para los que vieron la primera película.
No hay comentarios:
Publicar un comentario