Película de 2020 dirigida por Florian Zeller. Es la historia de una hija y padre que viven una situación dura y difícil por la enfermedad que padece éste pues va perdiendo la memoria. En general no es consciente y se siente capaz de vivir solo, pero la hija ve con preocupación que su autonomía está en peligro y podría tener un accidente, por lo que decide traerle a casa y buscar una persona que le ayude.
Zeller adapta su propia obra teatral que retrata una situación familiar para muchas personas, el duro e inexorable impacto de ciertas enfermedades seniles. Y es que el impacto va mucho más allá del propio enfermo y acaba por afectar a todos los que tiene alrededor. Se producen situaciones injustas para ellos pero también para el propio enfermo cuando se da cuenta de lo que pasa o lo que ya sucedió. Está contado de forma muy realista, sin endulzar (caer en sensiblerías) ni endurecer lo que sucede, lo cual le da mucho valor y hace que el espectador empatice con todos, unos más y otros menos, pero entiendo a todos los personajes. Tiene un reparto de gran nivel con Rufus Sewell, Mark Gatiss, Olivia Colman y Olivia Williams, aunque todos a la sombra de un inmenso Anthony Hopkins que vuelve a hacer un papel inolvidable.
Muy buena.
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