Película de 2015 dirigida por Rupert Goold. Un reconocido periodista se ve envuelto en una polémica por su último artículo por no ser riguroso, y es que parece que no contrastó bien la información y la historia publicada es desmentida. Esto le crea muy mala reputación y entra en una crisis importante. En medio de la misma recibe una llamada para preguntarle por el hecho de que un acusado de asesinato estaba utilizando su nombre como pseudónimo. Se trata de un hombre al que acusan de matar a su esposa y tres hijos pequeños a sangre fría. El periodista se acerca a él con curiosidad y siente que con la historia del criminal puede recuperar el prestigio perdido.
Adaptación de las propias memorias del periodista Michael Finkel en las que cuenta su peculiar relación con el enigmático Christian Longo. Recuerda a otras historias reales muy conocidas pero, en esta ocasión y si el espectador no conoce lo que sucedió, no es sencillo predecir lo que va a pasar, lo que envuelve de intriga el desarrollo. Está bien realizada pero el drama que subyace no parece llegar nunca a su punto álgido, en parte por la dirección y en parte por el propio guion. Ello la hace algo plana para el planteamiento que tiene y decepciona un poco. Cuenta con tres buenos actores como Jonah Hill, James franco y Felicity Jones, siendo los dos primeros los que cuentan con los papeles para lucirse. Lamentablemente, no lo hacen y también contribuyen a esa decepción mencionada. Sin duda que la historia es escalofriante pero también afecta que la perspectiva utilizada es la del periodista y eso deja dudas de la honestidad de la misma.
Pasable.
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