Película de 2016 dirigida por Brad Furman. Un agente de la Hacienda americana tiene como objetivo darle un golpe al cártel de Pablo Escobar que tanta droga está metiendo en el país y el medio para atacarle es por sus finanzas y los canales para mover y blanquear el dinero. Lógicamente, para introducirse tendrá que enfrentar numerosos peligros y dificultades.
Adaptación de la novela de Robert Mazur en la que narra los hechos reales que vivió cuando fue agente de División de Investigaciones Criminales del IRS de los EE.UU. durante casi tres décadas y en las que trabajó muchas veces como infiltrado en los años 80 para descubrir a los cárteles de la droga. Concretamente detalla el complicado episodio vivido cuando se infiltró en el Cártel de Medellín y su entramado financiero para lavar dinero. Por lo tanto, el interés por la historia está asegurado, sobre todo entre los aficionados a este particular género. Furman cuida que la recreación del momento y los personajes esté muy cuidada, dando así una apariencia muy realista y que refuerza el relato. También el reparto funciona bien, con Bryan Cranston al frente y buenos secundarios como John Leguizamo, Diane Kruger, Benjamin Bratt, etc. Es llamativo el uso de la violencia pues no es tanta ni tan expresa pero está patente en la atmósfera, lo cual es un logro importante y dice mucho de la tensión que crea. La narración está bien construida y ayuda a esa tensión creciente.
Buena
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