Los británicos estudios Ealing hicieron una serie de comedias tras la II Guerra Mundial que destacaban por su fino humor, buena realización y, en general, una especie de hechizo gracias a la magia de sus personajes y de los escenarios londinenses. Esta fue la última antes de ser adquiridos por la BBC en este 1955, y tiene las virtudes ya mencionadas además de disfrutar de un precioso colorido que varias de sus antecesoras no disfrutaron. El guión de William Rose gira alrededor de un robo (el plan, la ejecución y el desenlace) pero desde una óptica cómica al involucrar la banda a una dulce abuelita. Para ello utiliza personajes de muy distinta naturaleza y los situa bajo presión para recoger las reacciones de cada uno de ellos y la evolución de las relaciones entre los mismo. Es una buena muestra de humor inglés, sarcástico, fino e ingenioso. Entre los intérpretes destaca sir Alec Guinness, cuya transformación física ya sorprende y que brilla tanto cuando protagoniza la escena como cuando está en segundo plano. El resto son grandes actores como Peter Sellers, Jack Warner y Katie Johnson (inolvidable su papel angelical de abuela). El color, los escenarios, los actores, la dirección, etc. hacen que tenga un encanto especial, como un halo diferente.
Entretenida comedia negra inglesa y de calidad.