viernes, 9 de diciembre de 2011

El resplandor

Clásico del cine de terror de 1980 dirigida por el maestro Stanley Kubrick. Una familia compuesta por el matrimonio y un pequeño hijo son contratados para cuidar un hotel de montaña durante el período invernal por cierre. Son advertidos de la dureza y soledad de quedarse completamente aislados durante más de medio año, y de la tragedia que ocurrió años atrás cuado el cuidador del hotel mató a su esposa e hijas en un ataque de locura. Pero necesitan el trabajo y piensan que esa tranquilidad le vendrá muy bien a él para escribir un libro. Conforme pasa el tiempo y se va enfrentando a la máquina de escribir sin nada de inspiración va teniendo un comportamiento cada vez más extraño.
Kubrick decidió adentrarse en el género de terror rompiendo sus moldes tradicionales: penumbra, sobresaltos, monstruos/zombies, etc. Rueda con mucha luz, planos amplios, escenarios impolutos y prefiere el suspense al sobresalto. Explota como casi nadie ha conseguido el terror psicológico y la angustia de un escenario amplio pero cerrado. Nadie podía imaginar que un niño en triciclo por unos laberínticos pasillos podía asustar al espectador, pero ahí han quedado esas escenas para la historia. La banda sonora es tan austera como la estética visual, pero enormemente efectista, realmente estupenda. Y el otro aspecto que sobresale espectacularmente es la inquietante interpretación de Jack Nicholson. Su trabajo dando vida al ya mítico Jack Torrance es simplemente espeluznante. También estremece la actuación del niño, Danny Lloyd. Es altamente recomendable ver la versión original porque la doblada destrozó la película.
Una de las mejores cintas de terror.

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