Película de 2009 dirigida por Mimi Leder. Un experimentado ladrón busca un socio hábil para un difícil golpe que está planeando. Encuentra a un latino con talento suficiente y empiezan a preparar el plan, con la dificultad añadida de saber que la policía les sigue la pista.
Se trata de otra cinta más de robos increíbles pero poco acertada y creíble. Primero nos cuenta la dificultad o casi imposibilidad de la hazaña para luego llevarla a la práctica. Falla enormemente en la explicación de cómo salvan cada una de las medidas de seguridad, pues se muestra muy rápido y sin detalle el periplo que supone burlar cada obstáculo. No aportan nada las escenas de sexo y menos para intentar simular una relación sentimental. Leder confía en exceso en los giros finales del argumento para dejar con buen sabor de boca al espectador, pero que sólo consiguen sorprender algo y dejar la sensación de que podía haber sido mucho mejor. Los protagonistas, el veterano Morgan Freeman y el "latin lover" Antonio Banderas, repiten en papeles que hemos visto cientos de veces y que no le aportan nada nuevo ni interesante.
Pasable.
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