Película de 1959 dirigida por Delmer Davis. Un médico llega a una pequeña aldea del oeste formada por los buscadores de oro y los que los rodean. Salva a un joven forajido y lo convierte en su criado, con el que inicia una relación muy peculiar debido al insólito carácter del doctor. Al poco tiempo tendrán que hacerse cargo de una chica que ha sufrido el ataque de su diligencia.
Fue el último western del director Daves y el legendario protagonista Gary Cooper, con una historia que mezcla romance y drama. Es una trama clásica de este género, con un desconocido que llega a una población, es un héroe pero a veces parece un villano, con egoistas buscadores de oro, etc. Prima la parte dramática debido al personaje principal que esconde algo trágico de su pasado, espléndidamente interpretado por el inolvidable Cooper, mostrando una lucha interior entre el hombre bueno y el que ha sufrido una traumática experiencia. El guión de Mayes y Welles es muy bueno, presenta y define a unos personajes interesantes y desarrolla la historia con fluidez y tensión. También hay que destacar las actuaciones de Karl Malden y el debutante George C. Scott, así como la banda sonora de Max Steiner.
Estupendo western.
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