Película de 1961 dirigida por el maestro John Ford. El ejército de los EE.UU. recibe la presión de varias familas que sufrieron el ataque de los comanches y secuestraron a alguno de sus hijos. Pero no pueden adentrarse en territorio indio sin romper el acuerdo de paz que firmaron tras la última guerra, por lo que contrata a un sheriff que solía tener ciertos negocios con ellos.
Otro magnífico western de uno de los maestros del género, por no decir "el maestro". El argumento no es muy original, pero gracias al guión de Frank Nugent con espléndidos diálogos, la dirección de Ford y las interpretaciones de los protagonistas hacen que el resultado sea muy bueno. Ford se aleja de visiones más serias para rodar con sentido del humor la historia, pero denunciando con fuerza la hipocresía de los americanos y eliminando parcialmente la imagen salvaje e inhumana de los indios. Entre los actores brilla una vez más el gran James Stewart con su interpretación dura pero muy humana del frío marshall, Richard Widmark encarna bien al teniente, al igual que secundarios como Andy Devine y John McIntire. Todo ello hace que el espectador disfrute y pase un buen rato mientras ve una película de calidad.
Estupendo western.
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