Película de 1991 dirigida por Randal Kleiser. Un joven llega a Alaska en plena fiebre del oro para ir a la mina que había encontrado su padre. Nada más llegar se encuentra una zona donde la sociedad no está civilizada y le cuesta encontrar a quien le guíe hasta ese lugar. Finalmente encuentra un par de hombres que conocían a su padre y están dispuestos a ayudarle, a pesar de intentar convencerle que es un gran error. Por el camino se enfrentarán a numerosos peligros y conocerá a un joven lobo del que se irá haciendo amigo.
Adaptación del clásico de Jack London The call of the wild de la mano de Disney que suaviza algo la conocida historia del cachorro de lobo. Aún así tiene algunas escenas que harán conmoverse a todos, especialmente a los más pequeños, aunque en ningún momento los animales reales sufrieron daño. Es una bonita historia para toda la familia con algunos momentos dramáticos y otros felices, pero en la que prevalecen los momentos duros y tristes, por lo que mejor que se abstengan las almas más sensibles. El paisaje es espectacular, realmente una pieza clave de la narración, así como los animales de gran belleza que recoge. Como es habitual, es bastante predecible para llegar a un final que contente a todos e intente compensar los malos tragos pasados. La protagoniza un joven Ethan Hawke en su cuarta cinta aunque primera con el papel principal.
Clásico de la literatura, triste pero bonita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario