Película de 2014 dirigida por Wes Anderson. Un turista está de visita en el Gran Hotel Budapest, un hotel de lujo venido a menos pero que todavía guarda su encanto. Se encuentra con el enigmático propietario y le cuenta la curiosa historia de su vida, cómo empezó de botones y acabó siendo el dueño. La figura que le marcó fue la del director que hizo de tutor y amigo durante los años que le cambiaron la vida por completo ya que éste se vio envuelto en extraños acontecimientos.
Anderson escribe y dirige esta original comedia sobre las aventuras y desventuras de un chico que empieza de botones en un hotel de lujo y el director acepta ser su mentor. El estilo es muy particular como suele ocurrir con este director, es excéntrico y cuidado, poniendo mucha atención en la parte visual pero sin dejar de lado la historia, pero prevaleciendo lo primero. Tiene escenas geniales pero otros momentos que rozan (o más allá) lo absurdo por lo que puede no ser del gusto de todos los espectadores, especialmente de aquellos que buscan algo mucho más racional o convencional. Desde el punto de vista estético es excelente, con magníficos trabajos en la parte artística, vestuario, maquillaje, fotografía, etc. También tiene una animada banda sonora de Alexandre Desplat que encaja muy bien, así como un reparto lleno de caras conocidas, algunos para aparecer en pocas escenas, siendo los protagonistas Ralph Fiennes, Tony Revolori, Saoirse Ronan, Jude Law, Willem Defoe, etc.
Simpática, original y bien realizada.
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