Película de 2007 dirigida por Kenneth Branagh. Un famoso y adinerado escritor cita en su casa a un joven actor. Le revela que sabe que tiene una aventura con su esposa y el joven le confiesa que están enamorados y quieren casarse. El novelista le hace ver que la mujer está acostumbrada a tener un nivel de vida altísimo que él no puede darle, por lo que le propone un plan que podría resolver el problema de los dos.
Adaptación de la novela homónima de Anthony Shaffer que ya fue llevada a la gran pantalla por Joseph L. Mankiewicz 35 años antes con un resultado infinitamente mejor que en esta ocasión. Brannagh hace una versión mucho más corta y superficial, dando más importancia al entorno y a los cuidados planos que utiliza que a la historia y a los personajes. Eso hace que, por muchos giros y sorpresas que vaya dando la trama, no sea tan intensa y verosímil como debiera, decayendo el interés del espectador conforme pasan los minutos. La curiosidad está en ver al grandísimo Michael Caine haciendo el papel opuesto al de la cinta de Mankiewicz, y es lo mejor de la película. A pesar de las lagunas del guión que someten a su personaje a situaciones y comportamientos poco creíbles, le aporta un aire y dignidad magníficos. Su compañero está a mucha distancia de él, pues Jude Law cae en la sobreactuación y no soporta ningún tipo de comparación con el maestro que tiene delante.
Fallido remake.
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