Película de 1998 dirigida por Stanley Tong. El señor Magoo es un acomodado empresario que patrocina una exposición donde se exhibe una joya enorme. Pero es robada y, por error, la policía cree que ha sido el propio Magoo quien la ha sustraído. A pesar de su torpe visión y con la ayuda de su sobrino, se lanza a la búsqueda de los auténticos ladrones para limpiar su buen nombre.
Adaptación del conocido cómic Mr. Magoo (similar a nuestro Rompetechos) aprovechando las payasadas habituales en este tipo de cintas de Leslie Nielsen. La historia es tonta y absurda, el desarrollo es malo, y las interpretaciones a la altura de sus personajes, aunque también es cierto que tiene algunas escenas bastante graciosas. A los niños les enganchará por las tonterías y la presencia del perro con sus propios gags, por lo que se trata de una comedia para el público infantil y aquellos mayores que le vayan este tipo de humor.
Simpática para los peques y aficionados.
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