Película de 2014 dirigida por Gareth Edwards. Tras un terrible accidente nuclear en una planta de Japón un científico sigue investigando la zona en cuarentena porque está convencido que no fue un seísmo. Después de 15 años y estando en la zona ve que hay un grupo numeroso de personas en la propia planta, y empieza a notar los mismos movimientos que entonces. Se producen unas sacudidas y aparece un ser monstruoso que consigue escapar.
Nueva versión del famoso Godzilla en la que no es el único monstruo que sale de las profundidades dando lugar a espectaculares batallas. La trama es la necesaria para poner en el escenario a estos grandes seres y añadir algunos episodios humanos que dramaticen adecuadamente la historia. Es decir, se trata de cine palomitero donde prima la acción y los efectos especiales, por lo que nadie busque consistencia ni profundidad en lo que cuenta. Está bien realizada técnicamente y tiene algunos actores de la talla de Ken Watanabe. Recomendable a los aficionados a este tipo de cine y poco más.
Cine palomitero para pasar el rato.
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